JUSTICIA

Defenderse de las críticas, la primera actuación del fiscal ad hoc

Leonardo Espinosa no ha empezado a ejercer plenamente su cargo y ya tuvo que defender el nombramiento. En un comunicado reiteró "no tener ni haber tenido amistad, relación de negocios o profesional con el Dr. Néstor Humberto Martínez".

26 de diciembre de 2018
| Foto: SEMANA

Seis días después de que el presidente Iván Duque lo posesionó como fiscal ad hoc, Leonardo Espinosa emitió su primera actuación pública bajo la dignidad de su nuevo cargo. Pero no se trató de ninguna resolución frente a las dos investigaciones del caso Odebrecht que tiene en sus manos. Espinosa Quintero firmó un comunicado en el que niega cualquier amistad o negocio con el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, a quien tiene que reemplazar en el manejo del par de expedientes del megaescándalo de corrupción.

Se esperaba que la designación de un fiscal ad hoc frenara la polémica frente a los conflictos de interés dentro de la Fiscalía en el manejo del caso Odebrecht, luego de que Martínez Neira y la vicefiscal, María Paulina Riveros, se declararan impedidos frente a dos investigaciones en particular. Sin embargo, lejos de calmar las críticas, el proceso de designación del nuevo cargo las avivó. Desde distintos sectores se cuestionó la terna presentada por Duque, a la que se le señaló por la cercanía de todos los participantes con el uribismo, cuando algunos esperaban perfiles totalmente independientes.

Pero las críticas iban más allá. Sobre Clara María González se dijo que estaba inhabilitada por trabajar como secretaria jurídica de la Casa de Nariño, y sobre la magistrada Margarita Cabello se decía que estaba inhabilitada por pertenecer a la misma Corte Suprema que tenía que escoger al nuevo fiscal ad hoc. Ella terminó declinando a la aspiración, el tribunal devolvió la terna y el presidente la reemplazó por Gilberto Orozco. Así las cosas, Espinosa Quintero parecía el candidato con menos cuestionamientos para llegar al cargo, aunque se le criticaba no ser penalista.

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La cercanía con Martínez Neira apenas se mencionaba porque habría reemplazado a Espinosa Quintero en algunas cátedras en la Universidad Sergio Arboleda y porque compartían la coautoría de un libro. Para el catedrático, esas situaciones no causaban ningún impedimiento porque se circunscriben al campo académico y no afectan el ejercicio público que estaba llamado a ejercer. Pero la polémica sumó nuevos elementos la misma semana en que la Corte Suprema lo eligió como fiscal ad hoc.

En su columna para esta revista, María Jimena Duzán reveló el pasado 15 de diciembre un documento que mostraba una relación más que académica entre Espinosa Quintero y Martínez Neira. Era un poder que Leonardo Espinosa Quintero, como representante legal de la Universidad Sergio Arboleda, le otorgaba al abogado Néstor Humberto Martínez Neira en abril de 2013.“Confiero poder especial, amplio y suficiente”, dice el oficio en el que ambos juristas firmaron con número de cédula y de tarjetas profesionales. El oficio fue radicado ante el juzgado 12 Civil Municipal de Descongestión de Medidas Cautelares, y en virtud de este, Martínez, por mandato de Espinosa, quedó investido de todas las facultades legales para representar a la Universidad Sergio Arboleda.

Tras exponer el documento, Duzán escribió: "El fiscal ad hoc escogido tenía que ser independiente de todo, pero sobre todo del fiscal Néstor Humberto Martínez. Al fin y al cabo, el elegido tiene la gran responsabilidad de subsanar los problemas que causaron los omnipresentes conflictos de intereses del fiscal Martínez. Por eso, el elegido no podía ser cercano a él, ni mucho menos haber tenido las relaciones de confianza que se derivan de un mandato profesional".

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Antes de asumir en forma sus funciones como fiscal ad hoc, Espinosa Quintero emitió un comunicado, que firmó con su nuevo cargo, en el que niega esa supuesta cercanía con Martínez Neira. En este asegura que él no tuvo voz ni voto en la entrega de ese poder, y que esta fue una decisión autónoma de la universidad de la que él fue apenas un vocero, pues era el apoderado general de la institución.

"En las instancias institucionales pertinentes, el Dr. Espinosa Quintero no tuvo ninguna injerencia, ni su opinión fue consultada, ni postuló o recomendó al Dr. Néstor Humberto Martínez Neira. Su actuación se cicunscribió a formalizar ante un juez de la república, una decisión de la Universidad, de otorgar un mandato al Dr. Martínez Neira, a través del documento legal pertinente que lo es un poder especial", dice el comunicado.

En la publicación, Espinosa Quintero recalca que el poder no tiene ninguna relación con los hechos ni con las personas relacionadas con el caso Odebrecht. Y remata: "El fiscal general de la nación ad hoc reitera lo afirmado en varios escenarios, en el sentido de no tener ni haber tenido amistad, relación de negocios o profesional - de manera personal o social- con el Dr. Néstor Humberto Martínez Neira, que pueda erigirse como impedimiento para desempeñar su cargo con transparencia, independendia, imparcialidad y celeridad".

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A partir del año entrante, Espinosa se hará cargo de dos aristas de la investigación de Odebrecht en las que el fiscal y la vicefiscal general se declararon impedidos. Uno es el caso contra las exministras Cecilia Álvarez y Gina Parodi, quienes afrontaron una indagación preliminar en la Corte Suprema porque supuestamente habrían sido favorecidas por el megaproyecto de la Ruta del Sol II, y concretamente por la adición de la vía Ocaña-Gamarra. El proceso contra las exfuncionarias fue archivado y para reactivarse tendría que aparecer alguna prueba significativa que supere la conclusión inicial del alto tribunal. El otro caso frente al que Martínez Neira se declaró impedido es el de la negociación de los exdirectivos de Odebrecht con la justicia colombiana. Si los empresarios deciden colaborar eficazmente con la justicia colombiana recibirían beneficios jurídicos.

Ante todos los cuestionamientos surgidos en los últimos meses sobre la actuación de la Fiscalía en el caso Odebrecht, se esperaba que la elección del fiscal ad hoc ayudara a disipar las críticas. Pero, por el contrario, ha generado más. Espinosa Quintero, por su parte, empezará a actuar en su nuevo cargo tras dejar constancia de que no tiene ninguna relación con el fiscal general que se lo impida.